Lo más bonito es cuando alguien llega, te enseña algo fascinante y luego se marcha con "hasta pronto" y sin pegar portazos.
Es algo limpio.
Algo puro y sobre todo sincero y cargado de pocas y buenas intenciones.
Y te doy las grácias infinitamente por esto.
GRÁCIAS!
Ha sido un verdadero placer haberme cruzado contigo.