A veces creo que tú no eres de este mundo.
Y me asombra ver que nadie más que yo pueda darse cuenta de eso.Cómo pueden estar tan ciegos?
Aun que en el fondo yo no soy tan diferente a ellos.
Yo tampoco supe valorar todo lo que tenia delante hasta que te marchaste dejando un rastro de polvo y llanto a tu paso.Ya sabes lo que dicen, nunca sabes lo que tienes hasta que lo pierdes.
Que maldita verdad más grande.
Sin embargo ahora, soy capaz de ver lo maravilloso de tu ser.
Irradias luz. Irradias vida y paz infinita.
Y no es que no lo supiera, sino que nunca me habias mostrado tu parte magullada. El dolor que se escondía en lo más recondito de tu perturbada alma.
Eres un loco, un desquiciado.
Un amante del dolor.Un sufridor nato.
Me fascina observar con cara de gilipollas la grandeza de tus actos. Y aún más ver cómo intentas camuflarte de vez en cuando entre la gente, adoptando una apariencia camaleónica para fundirte con el resto.
Pero no, tu no estás hecho para eso.
El material con el que te hicieron es diferente al del resto de mortales.
Tienes la increíble capacidad de hacer del mundo un lugar mejor para todos aquellos que miran a través de tus ojos.
Por que no,
definitivamente,
tú no eres de este mundo...
martes, 27 de julio de 2010
Capitulo 16: Cosas que hacen que la vida valga la pena (y algunos éxitos del pop)
La primera vez que te pones sandalias despues del invierno.Las palomitas en el cine.El olor dulzón de las ferias de pueblo.Tomar el sol en el terrado.Los hits del verano.Las piscinas públicas.El chocolate caliente en invierno.Los abrazos de una madre.Levantarte un 25 de diciembre a las 5 de la mañana.El café de por la tarde en el bar con los amigos.Las risas entre clase y clase.El cigarro de después de comer.Las peliculas de Julio Médem.Enamorarse.Ir en bici por las mañanas.Salir a comprar el pan con las legañas aún en los ojos.Escuchar tu canción favorita en la radio.Los baños de espuma que duran horas.Hablar por telefono.Ir a la playa cuando aún hace frío.La cervecita de después de trabajar.Leer un libro interesante y no querer dejarlo a medias.El primer chapuzón del verano.Dejar post-its a tus amigos cuando te vas de su casa.Ir de concierto y quedarte afónica.Repartir besos a doquier.Bailar en el metro.Cantar con los auriculares puestos.Hablar con los guiris haciendote pasar por una de ellos.Meterte en la cama al llegar de fiesta.Tomarte un té mientras ves La Dolce vita.El olor a casa recién pintada.Descubrir pequeñas obras escondidas por Barcelona.Ahorrar durante mucho tiempo para comprarte el vestido más maravilloso del universo.Tararear tu canción favorita por la calle, y que alguien se una a ti.Descubrir que el chico al que llevas mirando todo el trayecto, baja en la misma parada que tú.Encontrarte calderilla en los bolsillos.Las terrazas de los bares en verano.Descubrir lo guapa que estas sin maquillar.La sensación de saber que conectas con alguien.Reirte a carcajadas por que si.Hacer el rídiculo más espantoso y que te de igual.Nadar desnuda a altas horas de la madrugada.Pedir perdón y que te pedonen.Llorar de emoción con una peli mala.Los planes inesperados que acaban convirtiendose en los dias más inolvidables.Las canciones de amor.Y las de desamor.Sentirte triste y que nadie pregunté por qué.Hablar con los ojos.Ilusionarte.Tumbarte en la cama después de mil horas de pie.Aprender cosas nuevas.Descubrir que aun tienes capacidad para sorprenderte a ti mismo...y cantar Like a virgin cuando nadie te ve, claro.
Capitulo 14: De tripas corazón
Me acomodo en el marco de la ventana cómo puedo y enciendo mi cigarro.
Aspiro lentamente y noto como se me llenan los pulmones de nicotina, alquitrán y todas esas mierdas que la gente dice que tiene el tabaco.A mi no me importa demasiado, almenos no en estos momentos.
Las sienes me arden y siento una horrible presión en mi nuca.
El cuerpo me pesa veinte toneladas y aún siento mi alma encogida justo dónde acaban mis pies.
No puedo levantar la mirada.
Jamás me atreví a mirar al cielo directamente, por miedo a no poder bajar la mirada.
Supongo que ese a sido siempre mi problema: Imaginar que alzo los brazos sin llegar nunca a extenderlos del todo.
Me muerdo los labios cada vez que recuerdo, que aún tengo en el cajón de mi mesilla esa lista de cosas que jamás te dije, por que el miedo me pudo más que otra cosa.
Nunca te dije que mis dudas existieron desde antes de conocerte, ni que temí mirarte a los ojos al prnicipio por miedo a asustarte.
Jamás te conté necesitaba de tu desesperación para alimentar mi ego.
No me atreví a contarte que tu amor fue lo mas inoportuno que me ha pasado nunca.
Y que no lo quise al principio y desee estamparlo contra la pared y hacer un boquete.
No tuve las agallas para cumplir lo que te prometí.
Nunca te dije que empecé a quererte despacio y pasé de querer estampar tu amor en la pared a querer estamparme con el.
Jamás te dije que bastó una caricia de tus manos para curar los 5 años de tormentos que ni los especialistas más caros pudieron lograr.
Nunca quise admitir que llegué a sentirte tan mío como cualquiera de mis órganos.
No tuve el valor para admitir que me atemorizaba ser una medíocre a tus ojos, y que empecé a temer perderte el mismo día en que te soltaste.
Ahora esa lista se pudre en el fondo de un cajón de madera, junto con mi último aliento, el que tú te llevaste.
Sé lo que tengo que hacer.
Sé que debo alzar la mirada y no permitir que mi cuerpo se muera de frío.
Sé que la vida sigue.
Pero también sé, que mi habitación sin ti me parece diminuta.
Y que por muchas veces que coja aire, siempre me seguirá sabiendo a ceniza...
Aspiro lentamente y noto como se me llenan los pulmones de nicotina, alquitrán y todas esas mierdas que la gente dice que tiene el tabaco.A mi no me importa demasiado, almenos no en estos momentos.
Las sienes me arden y siento una horrible presión en mi nuca.
El cuerpo me pesa veinte toneladas y aún siento mi alma encogida justo dónde acaban mis pies.
No puedo levantar la mirada.
Jamás me atreví a mirar al cielo directamente, por miedo a no poder bajar la mirada.
Supongo que ese a sido siempre mi problema: Imaginar que alzo los brazos sin llegar nunca a extenderlos del todo.
Me muerdo los labios cada vez que recuerdo, que aún tengo en el cajón de mi mesilla esa lista de cosas que jamás te dije, por que el miedo me pudo más que otra cosa.
Nunca te dije que mis dudas existieron desde antes de conocerte, ni que temí mirarte a los ojos al prnicipio por miedo a asustarte.
Jamás te conté necesitaba de tu desesperación para alimentar mi ego.
No me atreví a contarte que tu amor fue lo mas inoportuno que me ha pasado nunca.
Y que no lo quise al principio y desee estamparlo contra la pared y hacer un boquete.
No tuve las agallas para cumplir lo que te prometí.
Nunca te dije que empecé a quererte despacio y pasé de querer estampar tu amor en la pared a querer estamparme con el.
Jamás te dije que bastó una caricia de tus manos para curar los 5 años de tormentos que ni los especialistas más caros pudieron lograr.
Nunca quise admitir que llegué a sentirte tan mío como cualquiera de mis órganos.
No tuve el valor para admitir que me atemorizaba ser una medíocre a tus ojos, y que empecé a temer perderte el mismo día en que te soltaste.
Ahora esa lista se pudre en el fondo de un cajón de madera, junto con mi último aliento, el que tú te llevaste.
Sé lo que tengo que hacer.
Sé que debo alzar la mirada y no permitir que mi cuerpo se muera de frío.
Sé que la vida sigue.
Pero también sé, que mi habitación sin ti me parece diminuta.
Y que por muchas veces que coja aire, siempre me seguirá sabiendo a ceniza...
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