Y lloro por todas esas vidas por las que jamás nadie ha llorado.
Por todas las almas perdidas que jamás encontraron.
Por todas las cosas que estoy segura que merecieron la pena pero nadie se atrevió a hacer.
Lloro por que me duele el mundo y mi gata lame las lárgimas que caen sobre mis manos.
Y la miro con tristeza y cariño, alegrándome de que ella no sepa lo que es ser una persona.
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