domingo, 20 de abril de 2014

Tú.

Deberia decirte que te quiero.
Que no quiero irme de aquí, por que estás tu.
Que cuando me fascino con las cosas me acuerdo de ti. Lo bueno me recuerda a ti.
Lo grande, lo enriquecedor, lo curioso y emocionante me lleva a ti.
Que te siento aun que no te vea.
Y te pienso. Hablo contigo cuando no estás y en mis sueños te digo todo esto, en lugar de escupir lineas retorcidas en dónde no puedas verlo.
Me acobardo cuando siento la incertidumbre.
Pero contigo no tengo miedo.
Me haces arder, y querer asomarme a ese abismo vertiginoso que hay detrás de todo lo que no dices con palabras.
Tú eres el vértigo.
El impulso y la atracción hacia el vacío.
El vacío que llenas con cada uno de tus gestos.
Que me recuerdan que sigo viva.
Que aun no es demasiado tarde. Que de hecho nunca lo es.
Y ahora que te he encontrado, mi vida, quiero tenerte cerca. Muy cerca.
Y verte sonreír todos los días.
Tu sonrisa podría iluminar cada puto rincón de esta ciudad.
Tú das luz a mis partes más oscuras.

No hay comentarios:

Publicar un comentario