martes, 28 de diciembre de 2010
The last...
Y a veces me gustaria no quererte.
Por que el amor nos vuelve gilipollas.
Asi que eso lo que soy ahora, una gilipollas desquiciada.
Me siento cómo la última persona en el mundo.
Pequeña, temblona, frágil...
Estoy empezando a romper las cuerdas con los dientes, por que ya no se me ocurren mas formas de atarlas entre si. Y los nudos se están desgastando. Y ya no se por dónde tirar.
Contigo nada es seguro. Ni lo bueno ni lo malo.
Yo no soy tu maestra, ni tu madre.
No estoy aqui para darte lecciones de la vida ni para enseñarte el camino de la verdad.
Yo también soy una persona que siente y padece.
Yo también me pierdo, y cada vez me cuesta más encontrarme.
No puedes esperar que no sangre si no paras de lanzarme dagas a las costillas.
No puedes pretender que no me duela cada vez que me estiras para darme de si.
Habia olvidado que la ilusión es un arma de doble filo, y que es cierto eso de que cuanto más alto subes, más grande es la ostia después.
Ilusiones, expectativas, falsos ideales...llamadles cómo querais, es todo la misma mierda.
Por que el amor nos vuelve gilipollas.
Asi que eso lo que soy ahora, una gilipollas desquiciada.
Me siento cómo la última persona en el mundo.
Pequeña, temblona, frágil...
Estoy empezando a romper las cuerdas con los dientes, por que ya no se me ocurren mas formas de atarlas entre si. Y los nudos se están desgastando. Y ya no se por dónde tirar.
Contigo nada es seguro. Ni lo bueno ni lo malo.
Yo no soy tu maestra, ni tu madre.
No estoy aqui para darte lecciones de la vida ni para enseñarte el camino de la verdad.
Yo también soy una persona que siente y padece.
Yo también me pierdo, y cada vez me cuesta más encontrarme.
No puedes esperar que no sangre si no paras de lanzarme dagas a las costillas.
No puedes pretender que no me duela cada vez que me estiras para darme de si.
Habia olvidado que la ilusión es un arma de doble filo, y que es cierto eso de que cuanto más alto subes, más grande es la ostia después.
Ilusiones, expectativas, falsos ideales...llamadles cómo querais, es todo la misma mierda.
martes, 21 de diciembre de 2010
Leí en alguna parte que la mayoria de gente nos dedicamos a vivir sin ser realmente conscientes de que existimos, de que somos reales.
Aun que en el fondo, creo que solo somos reales de verdad cuando somos conscientes de ello.
No sabes lo real que eres para mi.
Jamás me olvido de que existes, ni si quiera cuando me olvido de recordarme.
Aun que en el fondo, creo que solo somos reales de verdad cuando somos conscientes de ello.
No sabes lo real que eres para mi.
Jamás me olvido de que existes, ni si quiera cuando me olvido de recordarme.
viernes, 17 de diciembre de 2010
I like part I
Hay un trillón de cosas que no comprendo acerca del comportamiento humano en sociedad.
Una de ellas es esa manía idiota de intentar quedar siempre bien con los demás.Me pone de muy mala leche ver como a veces, basamos todo lo que decimos y hacemos (aun que no sea la forma más cómoda de expresarlo para nosotros, o aun que vaya totalmente en contra de lo que realmente pensamos) en la opinión ajena.
Me parece absurdo y absolutamente innecesario.
Ese afán por intentar ocultar esa parte de nosotros mismos que puede hacernos vulnerables ante el resto o puede dar pie a la opinión dudosa de los que nos observan, me pone enferma.
Lo peor es que no es condiciona de tal manera, que dejamos de ser nosotros mismos, para convertirnos en lo que los demás esperan que seamos.
Las expectativas.Qué gilipollez.
¿Quien coño ha hecho el molde de lo que una persona debería ser?
¿Por que se ataca a todo aquel que es fiel a uno mismo y no se ciñe al patrón de conducta establecido?
Solo somos un puñado de acojonados.
Nos sobra la verborrea barata y la crítica fácil,
y nos falta valor y coraje.
___________________________________________________________________________________
Me gusta la gente que grita cuando le viene en gana y que calla cuando no tiene ganas de decir nada.
Me gusta la gente que no tiene miedo de tener miedo, y de reconocerlo.
Me gusta la gente que llora cuando algo le pone triste y rie cuando algo le hace gracia.
Me gusta la gente que dibuja cosas en los bordes de las hojas y que se toma el té con la bolsita dentro.
Me gusta la gente que lee mientras camina por la calle y que cuando choca contigo sonríe y te da las gracias.
Me gusta la gente que dice lo que piensa sin ningun filtro, simplemente por que le sale así y punto.
Me gusta la gente que baila por la calle y que canta en voz alta en el metro con los cascos puestos.
Me gusta la gente que cree en si misma y se autopiropea.
Me gusta la gente que cuando se cabrea lo dice y no da explicaciones.
Me gusta la gente que no actua bajo guiones y que se pasa por los bajos fondos las opiniones de los demás.
Me gusta la gente que tiene algo más que serrín en la cabeza, y lo demuestra.
Me gusta la gente que no se empeña en gustar a los demás.
Me gusta la gente, cuando es de verdad.
Una de ellas es esa manía idiota de intentar quedar siempre bien con los demás.Me pone de muy mala leche ver como a veces, basamos todo lo que decimos y hacemos (aun que no sea la forma más cómoda de expresarlo para nosotros, o aun que vaya totalmente en contra de lo que realmente pensamos) en la opinión ajena.
Me parece absurdo y absolutamente innecesario.
Ese afán por intentar ocultar esa parte de nosotros mismos que puede hacernos vulnerables ante el resto o puede dar pie a la opinión dudosa de los que nos observan, me pone enferma.
Lo peor es que no es condiciona de tal manera, que dejamos de ser nosotros mismos, para convertirnos en lo que los demás esperan que seamos.
Las expectativas.Qué gilipollez.
¿Quien coño ha hecho el molde de lo que una persona debería ser?
¿Por que se ataca a todo aquel que es fiel a uno mismo y no se ciñe al patrón de conducta establecido?
Solo somos un puñado de acojonados.
Nos sobra la verborrea barata y la crítica fácil,
y nos falta valor y coraje.
___________________________________________________________________________________
Me gusta la gente que grita cuando le viene en gana y que calla cuando no tiene ganas de decir nada.
Me gusta la gente que no tiene miedo de tener miedo, y de reconocerlo.
Me gusta la gente que llora cuando algo le pone triste y rie cuando algo le hace gracia.
Me gusta la gente que dibuja cosas en los bordes de las hojas y que se toma el té con la bolsita dentro.
Me gusta la gente que lee mientras camina por la calle y que cuando choca contigo sonríe y te da las gracias.
Me gusta la gente que dice lo que piensa sin ningun filtro, simplemente por que le sale así y punto.
Me gusta la gente que baila por la calle y que canta en voz alta en el metro con los cascos puestos.
Me gusta la gente que cree en si misma y se autopiropea.
Me gusta la gente que cuando se cabrea lo dice y no da explicaciones.
Me gusta la gente que no actua bajo guiones y que se pasa por los bajos fondos las opiniones de los demás.
Me gusta la gente que tiene algo más que serrín en la cabeza, y lo demuestra.
Me gusta la gente que no se empeña en gustar a los demás.
Me gusta la gente, cuando es de verdad.
lunes, 13 de diciembre de 2010
It's gonna be a lovely day.
Hoy un clienta a venido con su hija a comprar a la tienda dónde intercambio mis horas por dinero.
Era una chica joven con un niña de unos 6 años.
La pequeña era disminuida psíquica y su madre la llevaba en un carrito.
La chica, a diferencia de la mayoria de clientas que suelo tener, ha sido super amable y agradecida.
Su hija no paraba de sonreírme y antes de acabar de atenderla le he regalado un globo de la tienda, cosa que siempre suelo hacer con los niños.
Al marcharse, me ha tirado un beso y juro que casi me pongo a llorar.
Puede parecer una tontería, o una exageración por mi parte, pero ese pequeño gesto me ha iluminado el dia.
Ojalá mi mente tubiese la capacidad de darme las palabras adecuadas para explicar aun que solo fuera aproximadamente cómo me he sentido.
No he sentido lástima, ni tristeza, tan solo una gran y profundisima gratitud.
Hacia muchisimo tiempo que un gesto tan senzillo de humanidad no me emocionaba de esta manera.
Esas buenas palabras, la ternura desinteresada, el dar por que sí sin esperar nada a cambio...
Algunas personas irradian luz propia.
Son como pequeñas estrellas incandescentes que alumbran a todo planeta que se cruce en su órbita.
Días como estos me hacen recuperar la fé en la humanidad y darme cuenta, de que aún quedan personas que merecen ser llamadas cómo tal.
A veces solo hay que mirar de cerca y no apartar la vista para darnos cuenta de que pueden ofrecernos cosas maravillosas y que nosotros podemos devolverlo exactamente de la misma forma.
Si todos aprendiesemos a no dejar de mirar nunca...
Era una chica joven con un niña de unos 6 años.
La pequeña era disminuida psíquica y su madre la llevaba en un carrito.
La chica, a diferencia de la mayoria de clientas que suelo tener, ha sido super amable y agradecida.
Su hija no paraba de sonreírme y antes de acabar de atenderla le he regalado un globo de la tienda, cosa que siempre suelo hacer con los niños.
Al marcharse, me ha tirado un beso y juro que casi me pongo a llorar.
Puede parecer una tontería, o una exageración por mi parte, pero ese pequeño gesto me ha iluminado el dia.
Ojalá mi mente tubiese la capacidad de darme las palabras adecuadas para explicar aun que solo fuera aproximadamente cómo me he sentido.
No he sentido lástima, ni tristeza, tan solo una gran y profundisima gratitud.
Hacia muchisimo tiempo que un gesto tan senzillo de humanidad no me emocionaba de esta manera.
Esas buenas palabras, la ternura desinteresada, el dar por que sí sin esperar nada a cambio...
Algunas personas irradian luz propia.
Son como pequeñas estrellas incandescentes que alumbran a todo planeta que se cruce en su órbita.
Días como estos me hacen recuperar la fé en la humanidad y darme cuenta, de que aún quedan personas que merecen ser llamadas cómo tal.
A veces solo hay que mirar de cerca y no apartar la vista para darnos cuenta de que pueden ofrecernos cosas maravillosas y que nosotros podemos devolverlo exactamente de la misma forma.
Si todos aprendiesemos a no dejar de mirar nunca...
Es curioso, pero cuando escribo no soy consciente de que lo hago en un espacio público y de que cualquier persona conectada a internet desde cualquier lugar del mundo puede leerme.
Por eso me asombra y me halaga enormemente cada vez que alguien me habla sobre lo que escribo.
Nunca está de más dar las gracias, asi que...
seais 6, 20 o 100 personas las que me leeis,
grácias por invertir una pequeña parte de vuestro tiempo en mis lineas retorcidas, de verdad.
Por eso me asombra y me halaga enormemente cada vez que alguien me habla sobre lo que escribo.
Nunca está de más dar las gracias, asi que...
seais 6, 20 o 100 personas las que me leeis,
grácias por invertir una pequeña parte de vuestro tiempo en mis lineas retorcidas, de verdad.
domingo, 12 de diciembre de 2010
Demencias V
El problema es que la gente siempre quiere cambiar lo que no sabe aceptar de ti.
Yo odio eso.Y odio que siempre se esperen cambios sin sentido.
Si aprecias a alguien lo haces aceptando tanto lo bueno como lo malo.
No comprendo esa necesidad absurda de intentar hacer de los demás lo que no son, creando así inseguridades absurdas, y miedos en vano.
Esto pasa por crearse expectativas sobre las personas y los sentimientos que intentamos reflejar en ellos.
Lo peor es que nos acabamos perdiendo de vez en cuando intentando ser lo que esperan que seamos y no lo que realmente somos.
Y algunos ni si quiera se llegan a encontrar.
Nadie tiene derecho a cambiar a nadie.
Lo que hace falta es aprender a aceptar y dejarse de prejuicios absurdos.
Yo odio eso.Y odio que siempre se esperen cambios sin sentido.
Si aprecias a alguien lo haces aceptando tanto lo bueno como lo malo.
No comprendo esa necesidad absurda de intentar hacer de los demás lo que no son, creando así inseguridades absurdas, y miedos en vano.
Esto pasa por crearse expectativas sobre las personas y los sentimientos que intentamos reflejar en ellos.
Lo peor es que nos acabamos perdiendo de vez en cuando intentando ser lo que esperan que seamos y no lo que realmente somos.
Y algunos ni si quiera se llegan a encontrar.
Nadie tiene derecho a cambiar a nadie.
Lo que hace falta es aprender a aceptar y dejarse de prejuicios absurdos.
sábado, 11 de diciembre de 2010
Demencias IV
Empiezo a pensar que de noche soy más animal que ser humano.
Nunca tengo sueño ni hambre.
Solo me dedico a escribir y observar, a mover la cabeza de un lado a otro y permanecer en silencio.
Incluso ahora mismo, en esta habitación.Tú habitación.
Te escucho respirar pero es como si no existieras.
Se me derrite el cerebro y me chorrea por las cuencas de los ojos.
Y tu ni te inmutas.
Por que tu si eres humano, aun que a veces lo dude.
Y esta habitación está helada joder, tengo los pies cómo témpanos de hielo.
Tengo que decir que me excitas cuando duermes, pero tantas horas perdidas viendo cómo te vas y yo me quedo...pues al final dan dolor de cabeza.
Me marean.
No se si es por que llevo 10 minutos dando vueltas sobre tu silla o por que realmente me aburre.
Ojala dejases de ser una marmota un momento y me sacases a bailar.
Nunca tengo sueño ni hambre.
Solo me dedico a escribir y observar, a mover la cabeza de un lado a otro y permanecer en silencio.
Incluso ahora mismo, en esta habitación.Tú habitación.
Te escucho respirar pero es como si no existieras.
Se me derrite el cerebro y me chorrea por las cuencas de los ojos.
Y tu ni te inmutas.
Por que tu si eres humano, aun que a veces lo dude.
Y esta habitación está helada joder, tengo los pies cómo témpanos de hielo.
Tengo que decir que me excitas cuando duermes, pero tantas horas perdidas viendo cómo te vas y yo me quedo...pues al final dan dolor de cabeza.
Me marean.
No se si es por que llevo 10 minutos dando vueltas sobre tu silla o por que realmente me aburre.
Ojala dejases de ser una marmota un momento y me sacases a bailar.
martes, 7 de diciembre de 2010
sábado, 4 de diciembre de 2010
jueves, 2 de diciembre de 2010
Igloo.
Y al mirarte, lo vi todo con claridad.
Mi mente desquiciada empezó a unir todas las piezas, y me di cuenta, de que habia atado mal todos los cabos, dejándome muchos sueltos.
Todo habia sido mal interpretado.
Cada palabra desafortunada, cada acto involuntario, cada lágrima, cada suspiro...
Habia tenido la respuesta delante de mis ojos durante todo este tiempo y jamás habia entendido el mensaje real.
¿Cómo no habia sido capaz de darme cuenta antes?
Entendí, que todo ese afán por agarrarte a ese niño que llevas dentro, no era más que el deseo de una infancia feliz.
La añoranza de algo que nunca se tuvo.
Todas aquellas personas a las que amaste y acabaron por marcharse, la búsqueda de unos brazos cálidos dónde anidar, de una mirada que fuera capaz de atravesarte...
De una mano firme a la que agarrarse de verdad.
El miedo al abandono. La necesidad de soledad, por no haber tenido la oportunidad de saber, que podrías encontrarte con alguien que amase tu alegria tanto como tu tristeza.
El empeño por mostrar siempre la mejor sonrisa, de no dar importancia a lo que duele, por miedo a que duela más.
De no compartirlo por miedo a contagiar.
Dejé de verte con los ojos del que mira por encima, y empecé a observarte.
A observarte de verdad.
A ver que en tus ojos no habia más que la necesidad de amar.
Jamás habia visto tanta ternura en ti...
y no por que nunca estubiera ahí, sino por que habia estado tan ciega que no quise ver.
Y me di cuenta, de lo tonta que habia sido todo este tiempo, pidiendote algo que yo ni siquiera llegué a ofrecerte.
De que la egoísta habia sido yo, por no pararme a pensar, que detrás de cada acto había toda una historia.
Perdóname amor,
por no haberme dado cuenta antes...de lo mucho que quiero cuidar de ti.
Te quiero tanto...
Mi mente desquiciada empezó a unir todas las piezas, y me di cuenta, de que habia atado mal todos los cabos, dejándome muchos sueltos.
Todo habia sido mal interpretado.
Cada palabra desafortunada, cada acto involuntario, cada lágrima, cada suspiro...
Habia tenido la respuesta delante de mis ojos durante todo este tiempo y jamás habia entendido el mensaje real.
¿Cómo no habia sido capaz de darme cuenta antes?
Entendí, que todo ese afán por agarrarte a ese niño que llevas dentro, no era más que el deseo de una infancia feliz.
La añoranza de algo que nunca se tuvo.
Todas aquellas personas a las que amaste y acabaron por marcharse, la búsqueda de unos brazos cálidos dónde anidar, de una mirada que fuera capaz de atravesarte...
De una mano firme a la que agarrarse de verdad.
El miedo al abandono. La necesidad de soledad, por no haber tenido la oportunidad de saber, que podrías encontrarte con alguien que amase tu alegria tanto como tu tristeza.
El empeño por mostrar siempre la mejor sonrisa, de no dar importancia a lo que duele, por miedo a que duela más.
De no compartirlo por miedo a contagiar.
Dejé de verte con los ojos del que mira por encima, y empecé a observarte.
A observarte de verdad.
A ver que en tus ojos no habia más que la necesidad de amar.
Jamás habia visto tanta ternura en ti...
y no por que nunca estubiera ahí, sino por que habia estado tan ciega que no quise ver.
Y me di cuenta, de lo tonta que habia sido todo este tiempo, pidiendote algo que yo ni siquiera llegué a ofrecerte.
De que la egoísta habia sido yo, por no pararme a pensar, que detrás de cada acto había toda una historia.
Perdóname amor,
por no haberme dado cuenta antes...de lo mucho que quiero cuidar de ti.
Te quiero tanto...
Suscribirse a:
Entradas (Atom)