Dejarse de excusas y barreras de plástico.
Ser consecuente con lo que la cabeza y el cuerpo pide.
Porque cómo dice Henri Chinaski, en Factotum: "Si vas a hacer algo, hazlo hasta al final. De lo contrario ni si quiera lo intentes."
Y a eso es a lo que voy, con todas las de ganar y las de perder también.
Desnuda y sin escudo pero con las ganas suficientes.
Siendo consciente de que el miedo al fracaso es real y tangible.
Pero evitando que no te paralice.
Al miedo hay que mirarle a la cara y sin pestañear.
Y de eso se trata.
De no echarse atrás a la primera de cambio (ni a la segunda, ni a la tercera).
De coger carrerilla y llevarlo a cabo.
Sin mirar atrás.Sin prisa pero sin pausa.
Por que merezca la pena o no, siempre es mejor intentar derribar el muro, aun que te dejes los nudillos en ello, que quedarse mirando cómo cada vez se hace más alto.
hay que convertir muros en peldaños, con la valentía
ResponderEliminar