Nada existe ya.
Si no es palpable, es invisible.
Quien no quiere ver jamás verá.
No se puede entrar dónde no hay puertas ni ventanas, ni si quiera se puede intentar tumbar el muro cuando no hay nada detrás.
Estoy atada de manos y pies.
Y tu no lo ves, pero me estoy rompiendo.
Y dejaré de exisitir.
Y de mi ya no quedará nada.
Pero si de verdad quieres salvarme, solo tienes que gritar.
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