lunes, 21 de mayo de 2012

Tristeza

Te busco en cada una de las miradas que me rodean.
Te veo en cada una de las lineas que escribo, incluso cuando no son para ti.
Busco tu olor en las sábanas de mi cama, en cada puta arruga, en cada pliegue; cada una de las noches que paso sin ti.
Espero.
Espero sentada a que suene el teléfono y sea tu voz la que esta al otro lado, pero las horas pasan como minutos y los minutos son segundos eternos.
Se me encoge el corazón cuando repito en mi cabeza todo aquello que nunca te dije con palabras pero si con cada parte de mi cuerpo.
Todo lo que nunca tuvo valor para ti y por tanto perdió todo sentido para mi.
Rescato de entre mis manos el suave tacto de tu piel y me relamo intentando encontrar el sabor que dejaste en mi la última vez.
Y me es muy dificil mantener la cordura y no morirme.
Por que por más que repita que nadie se muere por nadie, a veces no es del todo cierto.
Y me niego a mi misma la verdad, respaldandome en excusas para no reconocer que si sigo aquí de pie es por ti, y por nadie más.
Ojalá pudieras verlo.
Ojalá pudieras despegar los pies del suelo por un minuto para subirte a mi nube y ver las cosas cómo yo las veo.
Pero eso es imposible.
Aun que nunca deje de intentarlo, aun que intente resignarme.
Sigo esperando y mientras espero, como dice Ivan Ferreiro, estoy persiguiendo.

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