Las pastillas contra la tristeza no existen, por que la tristeza es un sentimiento humano y por tanto, existe el derecho total a sentirla.
Esas capsulitas solo hacen que te evadas y te escondas de la vida, y la vida es lo más maravilloso que tenemos.
Apartar la vista delas cosas, no hace que dejen de existir.
Y tener debilidades, no significa ser débil.
La tristeza no es una enfermedad, aun que nos intenten convencer de que si.
Las cosas duelen por que importan, y tiene que ser así.
Tiene que doler, por que no somos unos putos androides.
¿Dónde está escrito que tenemos que estar sonriendo las 24 horas del día?
Eso solamente es una comedura de coco para que no nos desviemos de lo que se supone que verdaderamente importa: ser útiles en la sociedad, trabajando para tener un dinero que gastar en cosas inútiles y seguir trabajando para seguir consumiendo.
Y así entrar en una dinámica de hormiga obrera para no dejar espacio a la mente para pensar de fuera para adentro y no al revés.
La introspección no es ningún delito.
Aun que estamos tan asquerosamente sociabilizados que llegamos a pensar que si lo es.
Por que es más fácil controlar un cuerpo con una mente que no escucha sus propias preguntas y evade sus propias respuestas.
Lo peor que hay en este mundo es negar y condenar nuestra condición humana.
Es es la verdadera enfermedad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario