Carta a los fantasmas de este mundo.

No se como podeis ser así.
No se como podeis gastar vuestro tiempo sentados en una silla viendo como pasa la vida ante vuestros ojos sin que hagais nada.
No puedo comprender como no podeis tener ni una pizca de sangre en las venas.
La vida es frágil y breve, muy breve.
Somos como barcos de papel a la deriva, y cualquier tormenta puede derribarnos.
No podemos quedarnos quietos.
El final es inevitable para todos si, pero eso le da a la vida el valor más preciado.
Por que no somos infinitos y nada espera.
El tiempo no se detiene para nadie.
Asi que solo nos queda vivir de forma que el dia en que ya no estemos en este mundo, nos vayamos con la certeza de que hicimos todo lo que estuvo en nuestra mano por crecer.
Por vivir todo de la forma mas intensa.
Hay que luchar por ser feliz.
Y por llenarnos de cosas que nos hagan hacernos fuertes.
La pereza es nuestra mayor enemiga y es el pecado más mortal.
Por que puede marcar la diferencia entre morir habiendo vivido o morir en vida.

Y me compadezco de todos vosotros por no ser conscientes de ello.
Me compadezco de todas las almas perdidas que no quieren encontrarse.
Lloro por todos y cada uno de vosotros, pequeños zombies, por que jamás conocereis el significado de las ganas ni el valor de la lucha.

Y solo espero que algun dia desperteis de vuestro largo sueño y no sea ya demasiado tarde.