Asomate a la ventana para mirar al cielo de cara.
No te des la vuelta.
No te flajeles por escuchar tu alma.
No te averguences.
No escuches a todo aquel que judgue.
Tápate las manos.
No escondas tus ojos.
Sonríe, son-ríe!
Habla claro y alto.
Muerde a quien te haga callar.

Pero sobre todo,
que nunca se te olvide respirar...








Pero si algun dia te falta el aliento, recuerda que siempre puedo estar dispuesta a compartir un pedacito de mi aire contigo.