lunes, 15 de noviembre de 2010

Fortress.

Yo que siempre fui la que se quiso mantener lejos, por miedo a que la sangre salpicase.
Que decidí dejar de hablar para no provocar estallidos.
Que me creí una voz sin voto. Un fantasma lejano que a veces se permitia aparecerse.
Yo que vivo recluída entre estas cuatro paredes, sin involucrarme más allá de lo debido con lo que hay al cruzar esta puerta.
Resulta que ahora tengo una soga en mi mano y una llave en la otra.Y no se que hacer con ello.
Parece ser que ahora soy la encargada de proteger algo tan frágil que al más minimo movimiento podría romperse.
Resulta que tengo que jugar a ser la parte fuerte y utilizar mi propio cuerpo como escudo cuando todo esto empiece a arder.
Ahora es cuando tengo que sacar la fuerza de debajo de las piedras y sujetar los muros de algo que hace tiempo que empezó a caer.
Y si me quedo sin aliento?
Tendré que aprender a respirar sin aire...

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