martes, 26 de octubre de 2010

Demencias III

Todo nace, crece, llega a su punto álgido para después empezar el descenso.
Se marchita y finalmente muere para dejar paso a algo nuevo.Todo, absolutamente todo.

El problema está cuando no se sabe difrenciar entre un proceso y otro y todo se confunde.
Lo malo es intentar mantener en la cumbre algo que esta prácticamente podrido y que cae por su propio peso y sobre todo no darse cuenta de que no por aguantarlo con pinzas va a ser eterno.
Y es peor cuando muere ahí arriba, colgando del tendedero suplicando que lo dejen caer.
Lo peor es cuando te agarras a un esperanza vacía que carece de sentido y que alimenta una felicidad de cartón piedra.
El problema es, no saber aceptar el descenso de igual que forma que se acepta la subida.

(...)


Te regalo todo mi odio, toda mi incomprensión, mis "mierda" "joder" "ostia puta", mis inseguridades, mis miedos, mis patadas al aire, mis nudos en la garganta, mis dolores de estómago y de alma, mis lágrimas de rábia, mis mordidas de lengua con toda su sangre vértida. Te regalo mis silencios vacíos, mis chirriadas de dientes, mis gritos de desesperación y mis ganas de darle una paliza a cualquiera.
Mis noes que son sies, mis golpes en la pared, mis tick nerviosos, mis mordeduras de uñas, mis portazos, mis "déjame en paz" y mis "olvídame".


Pero véte a pudrirte a otra parte. No me apetece ver cómo te desintegras.

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