Siempre preferí las cifras escritas con lletra minúscula i lligada.
Nunca me gustaron los números, por que son fríos y separan a la gente.
Sólo sirven para ordenar y clasificar.
Pero las palabras...ay las palabras...
No se puede poner un sentimiento ni una sensación con un número, y tampoco se puede contar historias.
Los números solos no son nada.
Las palabras hablan por si solas.
(Y también se puede morir un Miércoles a las doce de la noche y resucitar un Jueves a las dos del mediodía.)
a pesar de lo jodidamente profundas que pueden llegar a ser las palabras.. se las acaba llevando el viento.
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